Los mejores momentos siempre son los que se disfrutan con
una persona, esa persona que se ama o se quiere demasiado, con la que aprendes
que es la felicidad; con la que aprendes qué es vivir.
Son momentos que nunca se podrán olvidar ni pasar por alto,
cuando se pasa por un lugar o viene un pensamiento a nuestra mente, son los
recuerdos, aquellos viajes en el tiempo hacia el pasado, viajes que pueden ser
muy cortos o a su vez muy largos, en los que recreas de nuevo ese momento que
has vivido, esos instantes pequeños de inmensa felicidad con esa persona que
amas.
Cada día, cada hora, cada minuto, según sean los constantes
viajes en el tiempo, son los momentos que devuelven a nuestro rostro una sonrisa,
una sonrisa que sale de nuestra alma, quizás una lágrima por tanta dicha que
has recordado, sin duda alguna te vendrá un estado de ánimo que llega a ser
demasiado feliz, como puede llegar a ser muy triste, eso depende de lo que
recreas en tu pequeño viaje en el tiempo.
Creo que soy un viajante en el tiempo, pues vivo más de mi
pasado, que lo que puede yo estar haciendo para mi futuro, con un ánimo que
sobre-pasa la felicidad hasta que hace derramar pequeñas lágrimas.
Puede ser una cadena a la que se llegue a estar amarrado,
esos constantes recuerdos que son inevitables de vivirlos, que más se puede
hacer. Solo me resigno a estar imaginándome y recordando esos hermosos momentos
vividos.
Si ella supiera que aún vivo por ella, que todo lo que hago
es pensando en ella, que mejoro cada vez más solo porque pienso en ella. Ella
es el motor de mi vida, tengo su rostro tatuado en mis ojos, en cada esquina la
veo, en cada lugar está cerca de mí, su voz está grabada en mis oídos, cada vez
que me hablan escucho su melodiosa voz, cada vez que escucho una risa o
carcajada en la calle, la imagino a ella.
Cuanta rabia me da sentir eso, pues ya no está a mi lado, ya
no soy parte de ella, he muerto en vida. Pero mi cuerpo aún sigue vagabundo
entre todos esos recuerdos, solo me basta con decirle todo lo que realmente ha
sido ella para mí, un simple 'te amo' no llega ni siquiera a una millonésima
parte de lo que realmente siento.
Pero no miento, la verdad todos mis días son de tristeza,
ella ya no está a mi lado.
Mis palabras, mis sentimientos, comenzaron contigo, aún
cuando pase a una mejor vida, te seguiré recordando, te seguiré escribiendo.
"Perdona mi estúpida adicción a escribirte sin que me
leas. Solo quería decirte que a mí también... me llueve tu ausencia".





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